Por Dr. Arturo
Peña
“Entonces los que se
habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel
en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad;”
Estas fueron parte de las últimas palabras que el Señor Jesucristo pronunció delante de sus discípulos, antes de... ser traspuesto a los cielos. Se encuentran en Hechos 1:6,7
Es curiosa su respuesta, ya que menciona algo que tiene que ver por un lado con un periodo de tiempo bien determinado, cualquiera de nosotros tenemos idea del tiempo, lo medimos en minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos, milenios, etc. Pero que sucede con el segundo nombre que menciona: las sazones. ¿Qué es una sazón? Si nosotros habláramos de alimentos diríamos que la sazón es el tiempo en que está listo el alimento para ser degustado o ingerido, que es cuando los distintos ingredientes y sabores se han mezclado dando un sabor único al alimento, decimos que esta sazonado cuando está listo, cuando está terminado en su cocción. Curiosamente utilizo esta misma frase para definir que los acontecimientos en cuanto a la restauración del reino de Israel, debían sufrir, un sazonamiento, es decir es decir la cocción en la mezcla de los acontecimientos que debían ocurrir para que esto se llevara a cabo.
Los acontecimientos se han ido dando de manera paulatina, desde que los israelitas fueron arrojados de su patria, habiendo pasado aquella tierra por diversas manos, por diversos reinos a través de la historia hasta que los acontecimientos permitieron que fuese rescatada de manos de los turcos otomanos y que después de 40 años fuese entregada a los Judíos, aunque en forma incompleta. Dentro del plan de Dios, debían pasar otros 20 años más para que su ciudad capital, Jerusalén, fuera recuperada por los dueños originales y legítimos de esta tierra. A pesar de lo que las Naciones Unidas digan y de lo que diga la mayoría de la población de este mundo. Esta tierra solo tiene un dueño en forma legítima, se llama Israel y le fue entregada por el único dueño que tiene este mundo, por Dios mismo y le dio las escrituras con la extensión y colindancias y su pacto fue a perpetuidad, a pesar de lo que el mundo pueda decir esta tierra es de ellos, ellos son los dueños legítimos de la misma. El resto de las naciones, por grande que sean las extensiones territoriales que ocupen, estas, no les pertenecen pues no les han sido cedidas por el único Dios, quien es dueño de todo y de todos.
La sazón se está completando, ya que la tierra se convirtió de un desierto en un vergel, recibió la lluvia temprana y la lluvia tardía, se encontraron yacimientos de todo tipo incluyendo petróleo.
Los ingredientes para la cocción están listos, la sazón ya está casi terminada y el tiempo de la restauración del reino eterno y verdadero en Israel está por ocurrir. ¡Gloria a Dios por esto! ¡Bendito su Nombre!, pues no pasara un día más del tiempo de la sazón que Dios determino y que puso en su sola potestad, el cual está, ciertamente, cercano.
Dios les bendiga,
Dr. Peña
Estas fueron parte de las últimas palabras que el Señor Jesucristo pronunció delante de sus discípulos, antes de... ser traspuesto a los cielos. Se encuentran en Hechos 1:6,7
Es curiosa su respuesta, ya que menciona algo que tiene que ver por un lado con un periodo de tiempo bien determinado, cualquiera de nosotros tenemos idea del tiempo, lo medimos en minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos, milenios, etc. Pero que sucede con el segundo nombre que menciona: las sazones. ¿Qué es una sazón? Si nosotros habláramos de alimentos diríamos que la sazón es el tiempo en que está listo el alimento para ser degustado o ingerido, que es cuando los distintos ingredientes y sabores se han mezclado dando un sabor único al alimento, decimos que esta sazonado cuando está listo, cuando está terminado en su cocción. Curiosamente utilizo esta misma frase para definir que los acontecimientos en cuanto a la restauración del reino de Israel, debían sufrir, un sazonamiento, es decir es decir la cocción en la mezcla de los acontecimientos que debían ocurrir para que esto se llevara a cabo.
Los acontecimientos se han ido dando de manera paulatina, desde que los israelitas fueron arrojados de su patria, habiendo pasado aquella tierra por diversas manos, por diversos reinos a través de la historia hasta que los acontecimientos permitieron que fuese rescatada de manos de los turcos otomanos y que después de 40 años fuese entregada a los Judíos, aunque en forma incompleta. Dentro del plan de Dios, debían pasar otros 20 años más para que su ciudad capital, Jerusalén, fuera recuperada por los dueños originales y legítimos de esta tierra. A pesar de lo que las Naciones Unidas digan y de lo que diga la mayoría de la población de este mundo. Esta tierra solo tiene un dueño en forma legítima, se llama Israel y le fue entregada por el único dueño que tiene este mundo, por Dios mismo y le dio las escrituras con la extensión y colindancias y su pacto fue a perpetuidad, a pesar de lo que el mundo pueda decir esta tierra es de ellos, ellos son los dueños legítimos de la misma. El resto de las naciones, por grande que sean las extensiones territoriales que ocupen, estas, no les pertenecen pues no les han sido cedidas por el único Dios, quien es dueño de todo y de todos.
La sazón se está completando, ya que la tierra se convirtió de un desierto en un vergel, recibió la lluvia temprana y la lluvia tardía, se encontraron yacimientos de todo tipo incluyendo petróleo.
Los ingredientes para la cocción están listos, la sazón ya está casi terminada y el tiempo de la restauración del reino eterno y verdadero en Israel está por ocurrir. ¡Gloria a Dios por esto! ¡Bendito su Nombre!, pues no pasara un día más del tiempo de la sazón que Dios determino y que puso en su sola potestad, el cual está, ciertamente, cercano.
Dios les bendiga,
Dr. Peña
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